jueves, 27 de junio de 2013

Violencia en el Noviazgo

La violencia en una relación de pareja se refiere a toda acción u omisión que daña tanto física, emocional como sexualmente, con el fin de dominar y mantener el control sobre la otra persona. Para ello se pueden utilizar distintas estrategias que van desde el ataque a su autoestima, los insultos, el chantaje, la manipulación sutil o los golpes .
Cuando nos enamoramos idealizamos a nuestra pareja y nos creemos capaces de superar esa; mala racha, tolerarla e incluso perdonar; sus arrebatos, porque después de todo pensamos que si nos tratan o tratamos de cierta manera es por amor, sin embargo es preciso tener en cuenta que los novios no deben confundir maltrato y ofensas con amor e interés por la pareja.  Como se Manifiesta? Para saber si tu relación es violenta simplemente debes analizar cómo te sientes cuando estas a su lado; es decir te sientes libre de comentar o hacer cualquier cosa, o tienes que cuidarte de tus comentarios y comportamientos porque temes que en cualquier momento se enoje y se ponga agresivo (a).
Ciclo de la Violencia
Tipos de Violencia Tipos de Violencia Física Empujones. Arañazos. Puntapiés. Bofetadas. Puñetazos. Mordeduras. Estrangulamiento. Agresiones con armas.
Emocional Insultos. Gritos Amenazas. Intimidaciones. Castigos. Sometimiento. Chantajes. ¡Cállate tú no sabes nada! ¡Si te grito es porque te amo! etcétera: ¿Con quién estabas? Si me dejas, me muero.
Sexual El tipo más frecuente de esta agresión es la llamada violación por confianza, sucede cuando la pareja es presionada a tener actividad sexual; luego de insinuaciones, chantajes y amenazas, finalmente la pareja logra que acepte sostener relaciones sexuales con ella, aún en contra de sus deseos. Demuéstrame que me quieres. Necesito que me pruebes tu amor
SIGNOS DE QUE ESTAS SIENDO VICTIMA DE VIOLENCIA POR TU NOVIO O NOVIA.
Ø  Controla lo que haces, te exige explicaciones por todo y no quiere que tengas secretos. Ha esculcado tus pertenencias, tu diario o tu correo electrónico para conocer  la verdad.
Ø  Ha expresado celos de amigas/os, compañeras/os de trabajo o familiares o te pone trampas para ver si engañas o mientes en la relación.
Ø  Ha insistido en saber con quién estabas. Quiere saber con lujo de detalles a dónde vas, con quién estuviste, tus horarios o cuánto tiempo estarás fuera, lo cual comprobará con sucesivas llamadas telefónicas.
Ø  Te reclama en público o en privado por lo que tu u otros dijeron o hicieron o coquetea con otras/os de manera abierta o solapada.
Ø  Te critica por tu forma de vestir, pensar o de ser etc.
Ø  Hace que tengas sentimientos de lástima por él/ella.
Ø  Te ha presionado para tener relaciones sexuales.
Ø  Te ha presionado para que cambies tu manera de vestir, de peinarte, de maquillarte, de hablar o de comportarte. O de manera permanente te vigila, critica, exagera tus defectos y te hace sentir que no vales nada. Promete cambios y mejoras en sus defectos y aunque nunca cumple siempre renueva sus ofrecimientos.
Ø  Te ha hecho sentir miedo de sus reacciones. Es decir, se irrita y tiene estallidos de violencia exagerados y luego actúa como si no hubiera pasado nada, o ha llegado a amenazar con suicidarse.
Ø  Te ha agredido físicamente: empujado, cacheteado, rasguñado, golpeado, te apretó el cuello o te tomó fuertemente de los cabellos en al menos una ocasión.
Ø  Te ha amenazado con dejarte si no haces todo lo que desea.
Ø   O te compara con otras personas, dejándote incómodo/a y humillada/o. Te ha tocado, besado o acariciado sin tu consentimiento, poniendo en duda tus sentimientos o tu amor.
CONSECUENCIAS DE LA VIOLENCIA EN EL NOVIAZGO.
Ø  Depresión. Baja autoestima. Aislamiento. Bajo rendimiento escolar o laboral. Deserción escolar. Violaciones recurrentes. Trastornos alimenticios. Adicciones.
Ø  Embarazos no deseados.
Ø  Agresiones físicas que atentan contra la salud física y emocional.
Ø  Infecciones de transmisión sexual
Ø  Expresión extrema de suicidio

En las relaciones de noviazgo, la violencia se presenta cuando el hombre busca resolver las diferencias por medio de actos de agresión física o sicológica. Esta se distingue de la violencia entre parejas establecidas por no existir hijos en común y ausencia de lazos económicos o matrimoniales, pero se fundamentan en la misma actitud sexista que tiene como presupuesto la superioridad masculina.
La violencia psicológica es sutil y se funda principalmente en el chantaje emocional aprovechándose del vínculo afectivo que siente una pareja. No obstante, la violencia en el noviazgo es gradual y tiende a ir en aumento, ya que el hombre necesita esforzarse cada vez más para sentir que tiene el mismo grado de control sobre su pareja. En consecuencia, aparece la violencia física que se manifiesta en jalones de brazo o pelo; pellizcos o apretones de mano en público como advertencia que no es de su agrado la actitud de ella; intimidación por medio de gritos; y golpear objetos próximos a él delante de ti.
Este fenómeno tiene su origen en estereotipos de género, ya que el ser humano desde su nacimiento es etiquetado con roles masculinos y femeninos acorde a su sexo. Esta situación  ubica a la mujer en un rol dependiente y debe pedir opinión para todo, el correlativo de esto es que el hombre debe actuar con firmeza y ser agresivo por su imagen pública.
Por esta razón la mujer es objeto de discriminación, un trato diferenciado por criterios sexuales que no son objetivos y razonables. En consecuencia, la discriminación en razón del sexo o género es objeto de protección en el ámbito de los Derechos Humanos en la
Convención de la Naciones Unidas Sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer de 1979 y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer de 1994.
En virtud de estas convenciones se reconoce el derecho de igualdad entre hombres y mujeres para el ejercicio de sus demás derechos y adicionalmente compromete a los Estados parte a eliminar la violencia física o psicológica en contra las mujeres en razón del género.
Un novio violento se caracteriza por ser controlador y celoso. Inicia estableciendo reglas como que no deben existir secretos entre ambos lo que después utiliza para exigir explicaciones, también se muestra protector y se ofrece para irla a dejar y traer cuando en realidad le interesa verificar dónde y con quién vas. Otra forma de control son las constantes llamadas telefónicas y hasta la revisión del celular; asimismo, busca como cambiar su forma de vestir, hablar o comportarte, situación que se agrava si existen diferencias en condiciones socioeconómicas o edades.
La última forma de control es que las reglas de la relación están hechas a su propia conveniencia.
En cuanto a los celos, comienza fiscalizando a sus amigos, vecinos o parientes, desconfía de ellos y los descalifica. Para evitar su reclamo al respecto, usa datos de sus pasados noviazgos o exalta sus defectos y le califica “ofrecida”, con ello pretende legitimar prohibiciones sobre su trabajo, estudios o costumbres.
La resistencia a esas prohibiciones deriva en escándalos públicos o privados, también suele congraciarse con miembros de su familia para que tomen partida a su favor en las discusiones y hacerla sentir culpable. Constantemente amenaza con terminar y la relación se torna inestable.
Un novio violento no cambia por su espontánea voluntad, por ello hacen infinidad de promesas de cambio que no cumplen. Una relación así baja tu autoestima, te hace vulnerable a adicciones y sobre todo te atemoriza tener nuevas relaciones en el futuro.
Como iniciar y llevar un noviazgo sano
-Esperar el momento oportuno: sin prisas vive y goza tu juventud. Aprende un poco de la vida, asi cuando te cases, ya cuentes con más experiencia y vayas más seguro de lo que quieres.
-Si te has enamorado de alguien, quiérelo por lo que es, no por lo que quieres que sea. Aprende a ver sus cualidades y sus limitaciones. Como tú, tiene cosas buenas y malas.
-El noviazgo no es igual a sexo: el amor verdadero no busca excusas para usar el sexo lo más posible. El auténtico cariño no pretende su placer egoísta, sino piensa más en servir a la persona amada con el esfuerzo que sea necesario.
Un buen noviazgo permite, claro que sí, besos y abrazos hechos con mucho respeto y delicadeza. ¡Suficiente! No es necesario avanzar más.
Muchos novios creen que se aman porque se entienden sexualmente. Entenderse sexualmente no significa amor.
Los noviazgos que solo buscan el placer sexual, están basados en los atributos físicos; la pareja siempre quiere estar a solas y propiciar momentos en donde se desate la pasión; no encuentran gusto en platicar o realizar actividades juntos que no sean besos, abrazos y además, se trata de relaciones en donde siempre hay celos y un deseo de controlar a la otra persona. Este tipo de noviazgo es posesivo, que no permite la libertad ni te dejará ser tu mismo.
-Compartir con la pareja: desde luego que es bueno que los novios tenga momentos a solas donde puedan platicar libremente acerca de ellos y sus sentimientos, pero también es necesario tener muchas actividades en común con otras personas, como grupos de amigos y familia.
-Respeto de la libertad de cada uno en el período del noviazgo nadie tiene derecho a meterse en la vida de la otra persona y presionarla a que decida una u otra cosa que tenga que ver con su vida familiar, sus estudios, sus metas o sus gustos. Debe haber un gran respeto a la privacidad de la otra persona. Ninguno es posesión del otro, cada uno es dueño solamente de sí mismo. Por lo tanto, cada uno debe aceptar que hay fronteras que no deben traspasar.
-Conocer a la pareja: nadie ama lo que no conoce, entonces en el noviazgo hay que aprender a escuchar, dialogar mucho, comprender que la otra persona es diferente a ti y que para conocerla tiene que pasar algún tiempo.
Es importantísimo también conocer a la familia de la otra persona porque cada persona está condicionada por su ambiente familiar.
-Fidelidad en el noviazgo tiene que existir fidelidad, porque es la escuela para el matrimonio. Si de novios uno, otro o ambos son infieles, seguramente en el matrimonio será peor, si es que se llega a esa etapa.
-Que haya sinceridad la sinceridad total es muy importante en el noviazgo. Si después de un tiempo te das cuenta de que no te conviene la persona que es tu novio o novia, que no te llena, que no es para ti, que no son el uno para el otro, debes ser totalmente sincero y decírselo antes que sea demasiado tarde.
-Hay que ser realistas: no se dejen llevar por las ilusiones. El enamoramiento que se vive en el noviazgo hace que veamos solamente las virtudes y además aumentadas del otro, sin embargo hay que estar conscientes de que también hay defectos, y ambas cosas son parte integral de su personalidad, que no se olvide poner los pies sobre la tierra.
- No te relaciones con personas enfermas el equilibrio emocional y mental es importantísimo en cualquier relación.
No debes comprometerte ni casarte con una persona que tenga enfermedad mental grave, tal como psicosis o esquizofrenia.
Tampoco te debes comprometer ni menos casarte con una persona que tenga una adicción muy pronunciada, como el consumo habitual de alcohol o drogas, porque ese hábito también empeora, a menos que esté dando pruebas clarísimas de rehabilitación y tú veas una disposición firme y sincera a dejar el vicio del licor o la droga.
-Deben tener metas comunes ambos deben coincidir en principios fundamentales como son el respeto a la vida, el valor de la justicia, el amor, la fidelidad, el respeto a la dignidad humana y los valores morales.
-El respeto por sus ideas y opiniones se trata de respetar todo aquello que sea bueno, aunque no coincida con tus ideas o gustos.
Nadie tiene derecho a cambiar la forma de pensar del otro.
-Cuando tengan problemas o dificultades en el noviazgo, busquen la orientación y el consejo adecuado. Pueden confiar en un sacerdote, sus padres o alguien de confianza.
La violencia en noviazgos adolescentes
La violencia se da en algunos noviazgos adolescentes, y puede manifestarse de varias maneras como física, psicológica y/o sexualmente. De acuerdo a los resultados arrojados en esta investigación, actualmente en el noviazgo se presenta mayormente la violencia psicológica; aunque este tipo de violencia no implica heridas físicas, éstas se pueden borrar, en cambio; los recuerdos derivados de la violencia psicológica son más difíciles de olvidar.La violencia psicológica en los noviazgos adolescentes actuales es tal, que las jóvenes llegan a cambiar su comportamiento con tal de evitar peleas, al igual que cambian su forma de vestir; además la mayoría de ellas ha perdido contacto con amigos, familiares y compañeros de escuela, con tal de que su pareja no se moleste.

Cabe mencionar que este tipo de relación generalmente se vuelve un tormento para las jóvenes ya que sus parejas se burlan de ellas y las critican constantemente, en pocas palabras son
menospreciadas por ellos; y de ser unas jóvenes alegres, seguras de sí mismas, independientes, etc., se pueden transformar en todo lo contrario debido a la presión ejercida por sus novios.

Tomando en cuenta que en la etapa de la adolescencia se hacen presentes las inseguridades y necesidades de aprobación, es común encontrar relaciones donde la mujer deposita su confianza a la pareja esperando recibir aprobación y compañía por parte de él.

Cuando existe un interés y cariño sincero siempre
se buscará el bien de la otra persona
; el respeto es un valor que debe estar presente en distintos aspectos como lo son las ideas, la toma de decisiones, opiniones, gustos, hábitos costumbres, entre otras cosas.

De acuerdo con los resultados obtenidos, la mayoría de las jovencitas sienten que sus parejas
no respetan sus hábitos ni costumbres, así como tampoco toman en cuenta sus opiniones
; es decir, el respeto es un valor que no se encuentra del todo en los noviazgos adolescentes actuales.

Es tan marcada la falta que hace el respeto en las relaciones, que la mayor parte de las adolescentes se ven
influenciadas por sus parejas
al momento de tomar una decisión; lo que significa perder la individualidad, incluso la fidelidad hacia uno mismo.

Dentro de este escenario es muy fácil encontrar parejas donde la mujer no se da cuenta que no está recibiendo precisamente lo que espera, y posiblemente esté siendo
víctima de un abuso psicológico
, lo que se convierte en un círculo vicioso del que no pueden salir con la esperanza de que la pareja llegará a convertirse en lo anhelado por ser la persona con quien desea estar.

Se considera que esta situación de violencia se hace crítica en la actualidad, pues los adolescentes son los portadores de los cambios culturales, puede llamárseles víctimas del estilo de crianza, del ritmo de vida actual, de las múltiples influencias en los medios que alteran el ideal en educación, o peor aún: víctimas de violencia en el noviazgo.
En nuestro país el 76 por ciento de los mexicanos de entre 15 y 24 años con relaciones de pareja, han sufrido agresiones psicológicas, 15% han sido víctima de violencia física y 16 por ciento han vivido al menos una experiencia de ataque sexual. (Datos obtenidos de la encuesta realizada por el Instituto Mexicano de la Juventud).
Los estudios realizados indican:
- La edad en que son más vulnerables a la violencia es en la adolescencia.
- Es una situación que se mantiene en silencio porque la gran mayoría considera que son conductas normales, que no aumentarán y no se atreven a denunciar.
- Es más común que la ejerzan los hombres, sin embargo las mujeres también utilizan formas de control como la manipulación y el chantaje.
- Puede darse al poco tiempo de iniciar el noviazgo, después de algunos meses o años y seguramente continuará en caso de que lleguen a casarse.
- Esta situación se da en todos los estratos sociales aunque es mayor en las áreas urbanas.
- Una pareja violenta es muy probable que tenga antecedentes de violencia en su familia y su conducta no cambiará espontáneamente.
- Inicia con la violencia psicológica después se pasa a la física y luego a la sexual.

La violencia en una relación de pareja se refiere a toda acción u omisión que daña tanto física, emocional como sexualmente, con el fin de dominar y mantener el control sobre la otra persona. Para ello se pueden utilizar distintas estrategias que van desde el ataque a su autoestima, los insultos, el chantaje, la manipulación sutil o los golpes.
Al principio algún comentario incómodo, un jaloneo o una bofetada pueden parecer como parte del juego entre los dos, pero luego puede tomar dimensiones tan grandes que incluso se llega a la hospitalización o la muerte.
La pareja no se da cuenta de la situación que está viviendo porque hay factores a su alrededor que les impiden ver el rumbo que lleva la relación; el estar enamorados no les permite pensar objetivamente por lo que no se dan cuenta que están ejerciendo violencia sobre su pareja o son víctimas de esta.
Cuando nos enamoramos idealizamos a nuestra pareja y nos creemos capaces de superar esa "mala racha", tolerarla e incluso perdonar "sus arrebatos", porque después de todo pensamos que si nos tratan o tratamos de cierta manera es por amor, sin embargo es preciso tener en cuenta que los novios no deben confundir maltrato y ofensas con amor e interés por la pareja.
Cómo se manifiesta la violencia en el noviazgo
Para saber si tu relación es violenta simplemente debes analizar cómo te sientes cuando estás a su lado; es decir te sientes libre de comentar o hacer cualquier cosa, o tienes que cuidarte de tus comentarios y comportamientos porque temes que en cualquier momento se enoje y se ponga agresivo(a).
Otra forma es analizar si en tu relación se encuentran ciertos comportamientos que normalmente se repiten, por ejemplo:
1ra etapa: Tu pareja se tensa constantemente, su tensión se acumula y crece tanto que insulta y reprocha.
2da etapa: Te agrede física y/o emocionalmente sin poder controlarse.
3ra etapa: Busca la reconciliación, dice arrepentirse, promete que va a cambiar y te llena de obsequios y se muestra muy complaciente.

Cuando este ciclo sucede más de una vez en la relación o la pareja tiene episodios de agresión que aparecen de la nada, se está ante un caso de violencia que debe ser detenido y atendido.
El tipo más frecuente de esta agresión es la llamada violación por confianza, sucede cuando la pareja es presionada a tener actividad sexual; luego de insinuaciones, chantajes y amenazas, finalmente la pareja logra que acepte sostener relaciones sexuales con ella, aún en contra de sus deseos.
Otros comportamientos que son signo de que tu pareja está siendo violenta son:
  • Controla todo lo que haces y exige explicaciones. Quiere saber con lujo de detalles a dónde vas, dónde estuviste, con quiénes te encontraste o a quiénes vas a ver, los horarios y el tiempo que permaneciste en cada lugar, cuánto tiempo estarás fuera, el horario de regreso, etc. Y para comprobar que dices la verdad te llama constantemente.
  • Revisa tus pertenencias, tu diario, celular o correo electrónico para conocer "la verdad".
  • Vigila, critica o pretende que cambies tu manera de vestir, de peinarte, de maquillarse (para la mujer), de hablar o de comportarte.
  • Presiona para que hagas dietas o ejercicio.
  • Te hace sentir menos al compararte con otras personas.
  • Te prohíbe, amenaza o manipula con respecto a los estudios, el trabajo, las costumbres, las actividades o las relaciones que desarrollas.
  • Limita y trata de acabar la relación que tienes con los parientes, los amigos, los vecinos, los compañeros de estudio o trabajo; ya que no confía en que puedan ser una buena influencia para ti.
  • Tu pareja decide cuando verse, a qué hora, dónde, tipos de salidas, etc.; todo de acuerdo a su conveniencia.
  • Si le preguntas o le pides alguna explicación, se exalta, culpa a los demás por estar en contra de su relación, pero jamás responde a su conducta.
  • Se niega a conversar o a discutir con franqueza acerca de los conflictos o los desacuerdos de la pareja.
  • Coquetea con otras personas delante de ti o en secreto.
  • Es una persona agradable, simpática y respetuosa con los demás pero totalmente diferentes contigo.
  • Tiende a hacer escándalos en público o en privado por cualquier causa.
  • Se enoja y te hace la ley del hielo (no te habla) por mucho tiempo.
  • Te provoca miedo por sus reacciones.
  • Ha habido agresión física: Jalón de pelo, empujones, cachetadas, etc.
  • Te ha tocado, besado o acariciado sin consentimiento.
  • Te ha presionado para tener relaciones sexuales.
Consecuencias
  • Depresión que te puede llevar e pensar en el suicidio.
  • Aislamiento.
  • Fracaso escolar o deficiente en el rendimiento laboral.
  • Trastornos en la alimentación.
  • Trastorno en el sueño.
  • Adicción.
  • Embarazos no deseados.
  • Infecciones de transmisión sexual.
  • Agresiones físicas que pueden atentar contra tú salud física y emocional.
¿Qué hacer?
Si estás ante un caso de violencia en tu relación de pareja, debes saber que el problema es estrictamente de la persona violenta, tiene que ver con su historia y no con lo que hagas o dejes de hacer.
En el noviazgo la violencia es muy sutil y va creciendo poco a poco con el tiempo, de hecho las personas sin darse cuenta y al vivir en un entorno violento, frecuentemente aprenden a relacionarse de esta manera.
Siempre estás a tiempo, haz un alto y busca entender lo que está pasando, toma las decisiones necesarias como alejarte, pedir ayuda a un profesional especializado y denunciar.
Que no se te olvide que las conductas que son violentas para nada enriquecen ni estimulan tu relación, al contrario la enferman. No es válido pensar "sólo estamos jugando", "me cela porque me quiere", "me dice cómo vestirme porque se preocupa por mí", "Me vigila todo el tiempo, porque no quiere que me pase nada" o "Me golpeó porque yo lo provoqué".
Y recuerda
- Da pero también exige respeto.
- El noviazgo es para conocerse y disfrutarse no para temer, manipular, ni lastimar.
- Tú tienes el poder para decidir sobre tu felicidad, sobre a quién debes amar y sobre tu sexualidad, nadie debe obligarte ni someterte.

 

Tipos de noviazgo

El madrugador
Aquí no aplica la frase al que madruga Dios lo ayuda. El noviazgo madrugador se refiere a aquellos novios que todavía son muy cha­vitos y les falta una verdadera inmensidad de tiempo para casarse (porque todos sabemos que el noviazgo es una etapa de conocimien­to y aceptación donde la pareja se prepara para un posible matrimonio).
Aún les falta terminar la secundaria, la preparatoria, la carrera y trabajar unos dos  años, mínimo, para juntar algo de dinerito. Haz cuentas... He aquí que nos topamos con noviazgos de cinco, seis, nueve años, lo cual, aunque no lo creas puede ser un tanto per­judicial, porque a veces se brincan etapas a las que más tarde querrán regresar, y porque cuando las cosas se vuelven más monótonas y aburridas, uno de los dos puede hartarse y dejar al otro por alguien más.
Consejo: tómalo o déjalo...
Si todavía estás en la secundaria o en la pre­paratoria, es decir, entre los 12 y los 18, me­jor no te involucres en nada demasiado serio. Sal con amigos, diviértete y date la oportuni­dad de conocer. De esta manera podrás sa­ber exactamente a qué le tiras, qué tipo de noviazgo quieres y cuáles son las cualidades que consideras indispensables en tu pareja. Sólo así tendrás un punto de comparación.
Acuérdate de esto: algún día, tarde o temprano, te llegará el momento de tener no­vio o novia; sin embargo, ahora es tiempo de hacer amigos, de conocer gente, de divertirte sanamente... no lo cambies por algo que de todos modos llegará.

El “nada que ver”
Ve tú a saber porqué se hicieron novios estos dos, pero la verdad es que no tienen nada en común: gustos, costumbres, creencias, edu­cación, clase social, puntos de vista, amista­des, familias, etc. Tal vez se hicieron novios porque se sintieron atraídos por la superficie de la otra persona: me gustó su sonrisa, me fascina su mirada, es guapísimo o está muy bonita; pero en el fondo piensan diferente con respecto a cuestiones importantes como: el respeto a la vida, el noviazgo y las relaciones prematrimoniales, las creencias religiosas, el trabajo, la familia, etc.
Consejo: Tómalo o déjalo...

Cuando la pareja no tiene intereses en común y no posee la disposición de desarrollarlos; cuando no son capaces de compartir juntos ni los rayos del sol; cuando cada uno jala por su lado sin prestar atención al otro... sobra decir que el truene es inminente y necesa­rio. No olvides que el noviazgo es una época para compartir y convivir.

El “derrama-miel”
Se le llama así porque la pareja es muy em­palagosa, es decir, no puede estar ni un mo­mento sin tocarse. Siempre que los ves están abrazados, dándose besitos, diciéndose co­sitas al oído y, sobra decirlo, siempre están de manita sudada. Esto no está del todo mal porque, como en cualquier noviazgo, exis­te la atracción física; sin embargo, es muy importante que detrás de esa atracción un tanto superficial, se desarrolle una atracción mucho más profunda, una atracción emo­cional. Porque, ¡oh, desilusión!, la pasión del inicio reduce con el tiempo y si no hay nada más que sostenga la relación, si en el no­viazgo sólo había identificación física, enton­ces el cortón está a la vuelta de la esquina.
Consejo: tómalo o déjalo...
Al principio, todas las relaciones tienen su etapa de derrama-miel, pero si ya llevan va­rios meses juntos y cada vez que se ven es sólo para tocarse y sentir bonito; si no han hablado seriamente entre los dos, ni se cono­cen con profundidad porque han estado muy ocupados derramando miel por todos lados; entonces, temo decirles que lo suyo es pura atracción sexual y no les interesa ni un comi­no lo que el otro piensa.
Tarde o temprano, el atractivo se acabará y, créeme, también el noviazgo. Una relación así no vale la pena, sobre todo si tomas en cuenta los riesgos que corres al involucrarte con alguien que sólo te quiere por tu físico: pueden comenzar una relación sexualmente activa y entonces es muy probable que ocu­rra un embarazo. Y todo porque no quisieron echar a perder la pasión del momento, pero echaron a perder su vida y tal vez la de otro ser inocente.

El masoquista
Es el tipo de relación donde los novios se pe­lean más tiempo del que están en paz. No pueden entablar ninguna conversación sin que ésta termine en una horrible discusión. Siempre se la pasan reclamándose, gritándose, lastimándose... es decir, una constante sensación de infelicidad.

Consejo: tómalo o déjalo...

Analiza: ¿tu relación te produce más lágrimas y preocupaciones que risas y momentos de alegría? Si es así, entonces es el momento de salir corriendo... ¡pero ya! Quien te ama de verdad, sólo desea tu bien y no busca hacer­te sufrir; por el contrario, hace todo lo posible para verte feliz en cualquier momento.

El súper héroe
Digamos que uno de los dos se la pasó ren­tando las películas de superman durante toda su niñez y, como consecuencia de este exce­so de heroica fantasía, ahora el susodicho o susodicha creen fervientemente que ellos son algo así como la salvación para su pareja.
Bueno, hablando en serio, este tipo de noviazgo es más común de lo que crees. Sucede cuando te enamoras de alguien con problemas ya sea físico o emocional y quie­res resolvérselos o ayudarlo a sentirse mejor. Yo lo veo mucho en chavas que se enamoran del típico niño rebelde, ya sabes: fumador empedernido, borrachín, mujeriego, incluso hasta medio drogo. Ellas juran que lo van a hacer cambiar, que su amor le va hacer en­derezar el camino... ¿Cómo puedes saber si eres un novio súper héroe? Fácil. Nada más pregúntate cómo ves tú a tu pareja. Si la ves igual que tú, con defectos y cualidades normales, en­tonces andamos bien; si la ves por debajo de ti, como alguien con muchos problemas, baja autoestima, problemas de actitud, que necesita que alguien le ayude urgentemente, entonces ya tienes bien puesto tu disfraz de súper héroe.
Consejo: tómalo o déjalo...
Sin ánimos de ofender, sólo tengo tres pa­labras para los novios súper héroes: ja ja ja. Es muy difícil que sólo el amor haga que una persona con problemas graves cambie; para esto hace falta terapia, fuerza de voluntad y que la persona desee cambiar. No te ha­gas bolas ni imagines que eres batichica o el hombre araña porque no lo eres. Eres una persona común, con necesidades comunes y cualidades comunes; mientras no tengas una capa mágica que te haga volar por el es­pacio o unos poderes sobrenaturales, estas llamada a tener un novio normal, con defec­tos normales; alguien que sea capaz de darte seguridad y confianza a ti también.
El amiguero
Es el típico espécimen que trata a su novia(o) como si fuera uno más del grupo de amigos. Nunca tiene tiempo para su pareja porque prefiere andar con sus amigos en el reventón; y si la novia o el novio se molesta por esta situación...¡¡¡aguas!!!... se desata la tercera gue­rra mundial porque el individuo en cuestión argumenta que no tiene libertad, que la pareja solo quiere acapararlo, que necesita su pro­pio espacio y no sé cuantas cosas más. He aquí que la pobre incauta tiene que aguantar­se las horas de parranda con los amigotes de su novio porque no hay otra forma de pasar tiempo con su amorcito.
Consejo: tómalo o déjalo...
Si al leer estas líneas te zumbaron los oídos y sentiste como si un enorme dedo índice te apuntara directamente a la cara... quiere decir que hubo una identificación entre tú y este tipo de noviazgo. Si tú eres la víctima de la situación, es decir, si tienes que aven­tarte el maratón cada fin de semana con los amigos de tu novio o la amiguitas de tu niña, es preciso que hables claro con tu pareja y le expliques que el noviazgo es algo más que una simple amistad. La etapa de noviazgo se caracteriza por el conocimiento profundo de la otra persona a fin de que sepamos con cla­ridad si deseamos pasar con ella el resto de nuestra vida. Esto no se puede lograr si no salen solos de vez en cuando y platican de cosas importantes para los dos.
El peor-es-nada
De repente, como si se tratara del rotavirus, todas tus amigas y amigos empiezan a salir con chavos y chavas y empiezan a formarse las parejitas de novios. Tú, cual témpano de hielo en medio del océano, sigues sin pes­car ni los rayitos del sol. Es por eso que caes redondita con el primer incauto que te diga palabritas de amor al oído.
Es normal que te sientas un poco aisla­da porque todas tus amigas o tus cuates ya tienen pareja. Créeme que conozco por ex­periencia la pesadilla de llegar a una fiesta y estar solita porque todos andan acompaña­dos y a ti nadie te hizo el favor de avisarte que era una cena de parejas. Lo que no es normal es que te lances a iniciar una relación de noviazgo sólo porque te sientes urgida o urgido, según sea el caso. Sería muy injusto para tu pareja, ¿no crees? Peor aún, ¿cómo te sentirías si tú fueras el peor-es-nada de otra persona?
Consejo: tómalo o déjalo...

Es hora de que revises con profundidad cuál es tu concepto de noviazgo y qué esperas de una relación de pareja. Si lo que buscas es simplemente compañía para no sentirte tan solo, es mejor que le digas adiós a esa novia o a ese galán... no estás siendo justo y eso no se vale; tarde o temprano te vas a arrepentir y será más difícil terminar la relación. Busca más amigos, sal a pasear con ellos. Recuerda que un noviazgo va más allá de la compañía o la amistad; un noviazgo es un compromiso de aceptación, respeto y amor.

El carcelero
No tengo ni la menor idea de cómo se siente estar en la cárcel pero no hay que tener mu­cha experiencia en esos asuntos para asegu­rar que ninguno de los que ya han pisado ese terreno desea volver ahí. Imagínate lo horrible que ha de ser estar vigilado las 24 horas del día, no hacer nada a tu antojo, vivir con el te­mor de que te vayan a castigar por algo que tú ni hiciste, etc. Escalofriante ¿verdad? Pues me temo que esto pasa más allá de los muros de una prisión.
Es muy común ver a jóvenes (hombres o mujeres) que se encuentran esclavizados a una pareja que no les permite hacer nada por temor a que se vaya de su lado. Esto es pura falta de confianza en la otra persona y una relación de noviazgo no puede crecer y fortalecerse si no cuenta con la base de la confianza mutua.
Fíjate bien, cuando se trata de un novio carcelero: No la deja salir con sus amigas porque dice que nada más salen a ligar; no la deja ponerse ropa ajustada o que resalte sus atributos corporales; no le gusta que se ma­quille y que se ponga bonita; se convulsiona si se entera que su novia habló por teléfono con un amigo (hombre, por supuesto) y, to­davía peor, le da una embolia cerebral si se entera de que vio a su ex novio y que platicó con él.
Si se tratara de una carcelera: Quiere sa­ber en dónde y con quién esta su novio las 24 horas del día; no soporta que tenga amigas; se muere de la rabia cada vez que sabe que la ex de su novio está en el miso lugar que él y lo amenaza con dejarlo si se le ocurre saludarla; se pone verde del coraje cuando al niño se le ocurre decir que Christina Aguilera está muy bonita o que Britney Spears tiene un cuerpazo; organiza un complot con sus amigas para estar vigilando a su novio todo el día; checa la cuenta de correo electrónico de su galán sin que éste se entere; etc. etc.

Consejo: tómalo o déjalo...

Si tú eres el del complejo de carcelero, es mejor que analices tu autoestima. El proble­ma es que crees que no eres lo suficiente­mente bueno o atractivo para mantener a tu pareja a tu lado y te sirves de muchas arti­mañas para retenerla contigo; sin embargo, tu juego te va a perjudicar porque a nadie le gusta estar con alguien que duda de sí mis­mo y de su pareja. Cada quien es como es y tiene una personalidad y estilo propios; no destruyas la personalidad de tu pareja sólo porque tienes miedo de que alguien más te la vaya a arrebatar. Habla con ella o con él y cuéntale tus miedos, vas a ver que te vas a sentir mejor contigo mismo y vas a confiar mucho más en ella.

El “a todo dar”...
¿Qué te podré decir de este noviazgo? Es el mejor de todos. Es desinteresado, porque no pide nada a cambio de lo que da; es sincero, porque se muestra tal cual es; es respetuoso, leal, maduro, alegre, hay libertad y confianza y, sobre todo, fidelidad total.
Es aquella relación en donde sólo te in­teresa hacer feliz al otro, donde te preocupas por sus problemas y te alegras de sus éxitos como si fueran tuyos. Es el noviazgo en don­de los dos se ayudan a ser mejores y son el uno para el otro, testimonio de pureza, amis­tad, sinceridad y coherencia. Conocen los defectos del otro, pero los aceptan y luchan para convertirlos en cualidades.

Consejo: tómalo o déjalo...

¡Adelante! Si siguen así, las cosas van a fun­cionar de maravilla porque juntos saben di­vertirse sanamente; tienen muchos puntos en común, no sólo se gustan físicamente, sino que también se atraen emocionalmente; su comunicación es excelente y tienen planes y proyectos que los involucran a ambos. Bueno, hay muchos estilos de noviazgo que no están aquí desarrollados pero lo im­portante es que analicen su noviazgo, vean si pueden mejorar como personas y como pa­reja y ¡aprendan a amar de verdad!